"Aprendí"
Por opportunity_mx | El 01/01/2018 | Comentarios (0) | Reflexiones - Pensamientos
“APRENDÍ” (Un pensamiento, una reflexión)
Aprendí, que expresarse no es malo, lo malo sería no hacerlo ó la interpretación incorrecta al juzgar con una sentencia ya predispuesta a lo expresado.
Aprendí, que el dialogo construye, clarifica y acerca. Y que en ocasiones los monólogos se convierten en “diálogos de sordos”, qué, por falta de dialogo no conducen a nada.
Aprendí, que en términos de amistad, quien no es amigo tampoco es enemigo, y que quizás, solo se trate de una amistad incomprendida, ó incompleta por falta de comunicación.
Aprendí, que TODOS sabemos el valor de la amistad, pero algunos la valoramos y entendemos de manera muy especial, y que quizás, eso haga la diferencia cuando se es un amigo verdadero.
Aprendí, que solo por el hecho de ser mujer, una mujer no siempre tiene la razón.. Aunque dentro de la caballerosidad de un hombre, éste gentilmente siempre se la otorgué.
Aprendí, qué si quizás dentro de esa caballerosidad, la razón se le dé a ella, dentro de una amistad y ante un equívoco, se le hace ver y se le perdona, porque eso es que lo hace "un verdadero amigo".
Aprendí, que aun así, se respeta siempre y no se juzga la libertad que tiene la mujer de ser, de pensar y de sentir. Y que el hombre, solo desearía ser tratado de igual manera.
Aprendí, que al igual que NO todas las mujeres son iguales, NO todos los hombres somos iguales, algunos somos y pensamos diferente.
Aprendí, que ser diferente no es malo, lo malo es cuando “a todos nos meten en un mismo costal”… NO apreciando y NO valorando esas diferencias.
Aprendí, que ser diferente no es ser Gay (con el debido respeto, a la plena libertad y decisión de vida de quien así lo sea), y qué, sin ser Gay ni macho, se puede ser hombre, tener sentimientos NO es un delito o algo de que avergonzarse.
Aprendí, que “NADIE merece ser tratado como un delincuente”, a menos que sus acciones y comportamiento sean reflejo de maldad y las propias de un delincuente.
Aprendí, que abrir el corazón no es malo, lo malo es cuando la soberbia cierra un corazón.
Aprendí, que expresar los sentimientos no es malo, lo malo es cuando el ser humano se encierra en sí mismo, reflejando egoísmo y desconfianza de todo.
Aprendí, que confiar no es malo, lo malo es cuando la desconfianza mina, destruye y afecta cualquier relación humana.
Aprendí, que el respeto es indispensable y no es malo, lo malo es cuando éste se vulnera imponiendo sobre el otro “su propia verdad”.
Aprendí, que la cortesía abre puertas, mientras que la descortesía las cierra.
Aprendí, que la calidez en las relaciones humanas, abriga y no confunde, en cambio la frialdad no sólo confunde, destruye y MATA dichas relaciones.
Aprendí, que la sinceridad no ofende es positiva y construye, en cambio en la necedad y terquedad, el ser directo no sólo ofende es algo negativo que destruye.
Aprendí, a gritar en el silencio.. Pero también aprendí a permanecer callado y en silencio, en el absurdo bullicio que no conduce a nada.
Aprendí, a atesorar trocitos maravillosos de ese todo que valen la pena y a olvidarme del resto.
Aprendí, que quien ama no hiere y que quien hiere NO ama.
Aprendí, que la necedad “per se” no significa tener la razón, al igual que sucede con la inteligencia cuando ésta se nubla convirtiendo algo sin serlo, en una necedad absurda.
Aprendí, que en la receta de la vida, ser inteligente no basta y que se necesitan otros ingredientes, la humildad cómo sazonador y los pies tocando suelo.
Aprendí, que en términos de la amistad quien no construye es porque no desea esa amistad.
Aprendí, que en el amor de pareja se puede ser amigo y AMAR profundamente, y qué en la amistad se puede actuar con amor, mostrando cariño fraternal siendo un verdadero AMIGO, el respeto mutuo marca la diferencia, la inteligencia lo distingue y las acciones lo comprueban.
Aprendí, que el perdón nutre el alma, el amor alimenta el corazón, y el cariño genera la amistad. Demostrarlo en acciones y pensamientos no tiene absolutamente nada de malo.
Aprendí, que el odio y el rencor son la ausencia del perdón, convirtiéndose en un vacío y la soledad del ser humano. La soberbia y el egoísmo llenan esos huecos.
Aprendí, que tener ó no la razón sobre algunos asuntos “carece de sentido alguno”, cuando al darse así, lo que se pierde es un gran amor, una amistad ó quizás…
Un gran y hermoso sueño. Qué hoy sé, que nunca debí de haber expresado. Pero que sin embargo al hacerlo así, fue porque lo creí correcto, porque no hay nada de malo en ello..
Aprendí, que si lo hice así, fue porque creo y sé, que abriendo el corazón, se abre camino..
Aprendí, porque caminando descalzo se hace camino y se deja huella, y que al hacerlo así, las acciones representan los pasos dados, y la voluntad empeñada en ello, simula las manecillas del tiempo..
Aprendí, que algún día, en algún breve recuerdo que escape por ahí, la conciencia de cada uno, ubicara sin duda, si lo hecho y las acciones de cada quién, fueron las correctas..
Pero además de todo ello, si éstas fueron justas o no, razonadas y con razón. Pero sobre todo, si fueron lo que realmente cada quién, esperaba del otro y de sí mismo.
Aprendí, a retírame sin resentimientos.. Sabiendo que cuando la presencia de uno no es apreciada, las palabras sobran.
Aprendí, que aprender no es malo .. Los buenos y nobles sentimientos no tienen por qué ocultarse. El respeto, la congruencia y el tiempo, siempre los definen y clarifican.